Etiquetas

El ManifiestDoWN

English      Euskera
 
A nuestros padres, hermanos y familiares. A nuestros amigos y compañeros de clase y de trabajo. A nuestros educadores, monitores y voluntarios que nos acompañan. A las instituciones, políticos y empresarios. A la gente de la calle y a cuantos nos quieran escuchar, queremos manifestar lo siguiente:
Nos gusta sonreír y hacer sonreír. La sonrisa es un gesto fácil. Basta con mover los labios. Pero lo importante de cada sonrisa es su significado. Hay sonrisas que se hacen por obligación, por pena o por lástima que no nos sirven de mucho. Pero las sonrisas que buscamos y que os pedimos, las que nos ayudan, son diferentes, tienen otros significados.
Somos felices y estamos a gusto junto a nuestros padres, hermanos y demás familiares. Sentimos que nos queréis,  respetáis  y aceptáis como lo que somos, como personas. A veces nos enfadamos y discutimos, pero al final todo se arregla. Nos valen vuestras sonrisas de cariño, de apoyo a nuestro esfuerzo, de exigencia en el día a día y de orgullo por los logros conseguidos.
De nuestros amigos, educadores, voluntarios… nos gustan muchas cosas. Queremos estar junto a vosotros porque aprendemos juntos, hablamos y discutimos, vamos a pasárnoslo bien al cine y a conciertos, salimos a cenar y tomar algo, viajamos… Pero, sobre todo, agradecemos vuestras sonrisas amigas de aprecio, de comprensión, de simpatía y de alegría. Nos gusta que nos aceptéis tal y como somos, desde el respeto, sin jugar con nuestros sentimientos y sin malicia.
Sabemos que todos nos queréis y hacéis lo que consideráis lo mejor para nosotros… pero no siempre sabiendo lo que queremos. Necesitamos que nuestra educación en casa, en la escuela… sea para enseñarnos a ser adultos. Que nos permita cumplir con nuestros sueños y poder ser personas importantes en la vida y en todos sitios.
Porque también soñamos con ser felices y queremos lo mismo que cualquier persona: tener vida propia; trabajar;  vivir en nuestra casa, con nuestra familia o con  nuestra pareja; tener amigos, hablar con ellos y con la gente que nos rodea de las cosas que son importantes; poder organizar nuestro tiempo de ocio y pasárnoslo bien con quienes estamos a gusto…
Cumplir con estos sueños exige muchas cosas. Para empezar, nuestro propio esfuerzo. Los que nos rodeáis sabéis que desde muy pequeños trabajamos duro en casa, en la escuela, con los profesionales… para llegar lo más lejos posible, para sacar todo lo bueno que tenemos. Nos hacen falta oportunidades para que, a nuestro ritmo y con vuestra ayuda, lleguemos lo más lejos posible, sonriendo de felicidad.
También sabemos que tenemos que trabajar. Nos ayuda a estar a gusto con nosotros mismos, nos hace sentirnos útiles y, además, nos permite ganar nuestro dinero.  Hemos trabajado en muchas cosas porque podemos hacerlo. El trabajo bien hecho provoca en nosotros sonrisas de cansancio y de satisfacción. En nuestros compañeros, las sonrisas que reconocen el esfuerzo.
Pero nos resulta difícil encontrar puertas abiertas para trabajar. Son muy pocas las empresas que han confiado en nosotros y nos han contratado. Se lo agradecemos de corazón. En cambio, son muchas las que no quieren arriesgarse (¿no se fían de nosotros?) y no cumplen la ley. Les pedimos que se pongan las pilas y nos dejen demostrar lo que podemos hacer, que es mucho. Nos hacen falta sonrisas de confianza.
Si no trabajamos no podemos pensar en tener una casa. Ni podemos pensar en vivir como a nosotros nos gustaría. No podemos ser tan autónomos como queremos ser y hacer cosas que nos apetecen. Aunque empezamos a prepararnos para poder llevar una vida autónoma, tenemos muchos obstáculos en el camino. Así se hace más difícil sonreír.
Por eso, pedimos también una mayor implicación de las instituciones, donde, a veces, nos dicen mucho pero luego actúan poco. Las personas con discapacidad tenemos nuestros derechos pero no siempre se respetan. Entre todos tenemos que hacer que se cumplan para poder vivir en igualdad. A las instituciones os pedimos la sonrisa del compromiso.
Pero no sólo sabemos pedir. No nos olvidamos de lo que nos rodea. Nos gusta ser solidarios con la gente, ayudar a los más desfavorecidos (personas pobres, personas mayores que se sienten solas, personas enfermas). Nos gusta el respeto entre la gente. Nos gusta la ciudad limpia, sin violencias de ningún tipo.
Por todo ello, y como conclusión, queremos dejar claro que:
  • Somos felices, como cualquier persona, cuando se nos respeta y se nos acepta tal y como somos.
  • Queremos ser personas lo más autónomas posibles y tomar decisiones sobre las cosas importantes de nuestra vida.
  • Necesitamos que se cumplan las leyes que defienden nuestros derechos porque así, con la ayuda de los que nos rodean y con nuestro esfuerzo,  podremos alcanzar nuestros sueños.
  • No queremos que a este manifiesto le pase lo que a la mayoría: que se lean, se aplaudan y luego se olviden.
  • Queremos ver sonrisas, pero, eso sí, sonrisas sinceras y comprometidas, de las que realmente valen.

NOTA IMPORTANTE: La parte del texto que está en MAYÚSCULAS se corresponde con las ideas que las personas con Sindrome de Down han expresado para la elaboración del manifiesto


No hay comentarios:

Publicar un comentario